Hoy celebramos el día Mundial de los Animales, ¿Sabías que, hasta la fecha, somos una singularidad en la inmensidad del espacio? Si miramos al cielo en una noche sin contaminación lumínica, veremos miles de millones de sistemas planetarios.
Estrellas lejanas alrededor de las cuales gravitan planetas con un denominador común, hasta que se demuestre lo contrario, carecen de vida.
«Los seres vivos somos, por lo tanto, algo extremadamente improbable, raro y valioso»
La Enciclopedia de la Vida (EOL), una enciclopedia online donde se registran todas las especies conocidas de la Tierra, estima que hemos descubierto alrededor de un millón y medio de animales. Es sólo la punta del iceberg.
Se calcula que pueden ser muchísimas más. Millones de animales viven y se esconden en todos los rincones del planeta; incluso en los que la vida parece imposible. Son el resultado de miles de millones de años de evolución, de pruebas y errores, de superación de cataclismos y desastres cósmicos. Son Compañeros de este viaje desconcertante que es la vida. Y, sin embargo, los estamos haciendo desaparecer, incluso sin siquiera haberlos descubierto.
En el Día Mundial de los Animales hacemos un llamamiento de atención hacia ellos. Si durante los aproximadamente 200.000 años que hemos existido como especie, los hemos utilizado para nuestras necesidades – comida, mascotas, trabajo, diversión, etc. -, llevando unas cuantas especies a la extinción en el proceso.
Ahora los animales se enfrentan a un peligro mayor: la indiferencia. Las nuevas generaciones miran cada vez menos al mundo natural y sus animales; un mundo virtual está cogiendo el relevo.
¡Miradlos sin aprensión!, descubrid su belleza, sus simpatías y sus miedos, sus habilidades y sus torpezas; son, como nosotros, criaturas que buscan sobrevivir y disfrutar. Porque sí, también nosotros somos animales.
Los seres humanos nos hemos autoproclamado “reyes de la Creación”
El último eslabón evolutivo; ¿no seremos capaces de tener un mínimo de generosidad con nuestros compañeros de viaje? ¿No conseguiremos ver, apreciar, admirar a las especies que nos rodean, a las que viven en lejanas selvas, océanos, montañas y desiertos?
¡Creemos que sí!.
Es sólo cuestión de separar la vista de nuestro móvil o de nuestro ombligo, y empezar a disfrutar de la naturaleza. Os podemos asegurar que, si lo hacéis, los animales no os van a decepcionar.