El rinoceronte blanco (Ceratotherium simum), en especial la subespecie norteña (Ceratotherium simum cottoni), de la que sólo quedan vivos dos ejemplares en el planeta. Se enfrentan actualmente a una incrementada crisis por la presión de la caza furtiva a la que están sometidos en sus territorios de origen. En este momento, si no se hace algo dramático para protegerlos están condenados a la extinción en la naturaleza. No existe un método único para su protección, y la acuciante necesidad es la de un amplio rango de actividades coordinadas.
Para detener la caza furtiva sobre los rinocerontes es imprescindible tener un equipo de agentes en el campo que están bien entrenados y adecuadamente equipados, motivados y correctamente desplegados, ya que se enfrentan cada día a peligrosas situaciones en el campo.
El entrenamiento y mantenimiento de una patrulla canina, compuesta por perros adiestrados y guías adiestradores, radica en que rastreen los olores e indicios de posibles cazadores furtivos que amenacen la seguridad de la población de rinocerontes libres en Kenia.
Así se consigue que los perros vayan un paso por delante de los furtivos, y detectar su presencia en la zona, gracias al increíble sentido del olfato de esto animales, que son capaces de obtener un olor determinado incluso de una huella en el suelo y perseguirla hasta encontrar el origen. Se les entrena para detectar olores de cuerno de rinoceronte, armas o munición, y están preparados para atacar y detener a sospechosos de caza furtiva, apoyando al guía humano que los dirige y entrena.
Generar patrullas que detengan la caza furtiva, concienciar y educar a la población, haciéndoles parte de la solución del problema, impulsar la traslocación de animales hacia zonas con mejores posibilidades de reproducción y seguir luchando contra la demanda de productos de cuerno de rinoceronte desde los países desarrollados.
Socio:
www.savetherhino.org